viernes, 23 de septiembre de 2011

Cumpleaños: un balance entre músculo, actividad física, alimentación y grasa


El metabolismo basal es la energía que consume tu organismo para mantenerte vivo. Es decir, aun si estás en reposo, tus músculos y órganos siguen consumiendo energía para funcionar: para respirar, para que circule la sangre y para llevar a cabo todos los procesos químicos que ocurren en tu cuerpo. Incluso pensar consume energía. Por ejemplo, durante una partida de ajedrez el uso del cerebro puede consumir hasta 90 calorías en 1 hora.

El metabolismo va disminuyendo con la edad, es decir, a medida que envejecemos, el cuerpo va necesitando y consumiendo menos energía por varias razones: por la pérdida de masa muscular y otros cambios físicos propios de la edad pero también por la disminución de la actividad física.

Cada kilogramo de masa muscular consume 25 calorías diarias sólo por estar en el cuerpo pero a partir de los 25 años comenzamos a perder masa muscular, entre 300 y 600 gr cada año. Es decir que al cumplir los 35, tendremos 5 kilogramos menos de masa muscular que a los 25. Esto se traduce en 125 calorías diarias que antes se “quemaban” solas pero que a los 35 se traducen en excesos si no ajustas tu dieta y la cantidad de actividad física.

Una vida con mínima actividad física pero con la misma dieta a lo largo de los años, se traduce en un aumento de la grasa corporal. Es decir, si no tomamos las acciones correctas, la pérdida de masa muscular se traducirá en ganancia de grasa. Si en los 10 años, de los 25 a los 35, se pierden 5 kilos de músculo, es muy probable que se ganen 7 o más kilogramos de grasa. El aumento de peso será sólo de 2 kilogramos, pero con un metabolismo que se sigue haciendo cada vez más lento.

Si se sigue la cuenta, a los 45 años, se habrán perdido 10 kilos de músculo y se habrán ganado, por lo menos, 14 kilogramos de grasa. En la siguiente tabla, se muestra cómo va creciendo el % de grasa del cuerpo de gente sedentaria, según  el sexo, a medida que transcurren los años:


Visto lo anterior es lógico concluir que a medida que transcurre el tiempo, deben hacerse esfuerzos especiales para retrasar o disminuir la pérdida de masa corporal y para ello resulta fundamental: Incrementar la actividad física y Ajustar la dieta, dos temas de los que podrás leer más adelante en este blog. 


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