lunes, 25 de abril de 2011

Ajustes al salario mínimo de Venezuela de 1999 a 2011

Los ajustes del salario mínimo que por decreto se han realizado en los últimos 12 años, buscan proteger este indicador de la inflación de precios de Venezuela. Con estos ajustes  y otras políticas de subsidios, se ha logrado un leve crecimiento de los ingresos reales del venezolano.
Estos ajustes anuales forman parte de las estrategias asociadas con el modelo de economía planificada de Venezuela y tienen un impacto directo sobre poco más del 21% de la población económicamente activa del país pero también son un marcador para el ajuste del resto de los salarios.
El salario mínimo es muy importante porque a partir de su valor, varias leyes y decretos obligan a recalcular otra serie de beneficios y costos laborales, como los aportes personales y patronales a la seguridad social, el monto de pensiones y jubilaciones y los topes legales de inamovilidad laboral, entre otros.
En enero de 1999, el salario mínimo era de Bs. 100 (*) y a partir de mayo de 2011, será de Bs. 1.400. Es decir, el salario mínimo se habrá multiplicado por 14 en 12 años.
El poder internacional de compra del Bolívar ha pasado de Bs. 0,57 por US dólar en 1999 a Bs. 6,85 (**) en la actualidad. Es decir, la relación Bs./US$ se ha multiplicado por 12.
Por su parte, el índice de precios desde enero de 1999 hasta abril de 2011, ha crecido  1.000%, es decir, que los precios están multiplicados por 11 con respecto a 1999.
 
En consecuencia, un salario mínimo en 1999 compraba 175 dólares y en mayo comprará 204. Si la economía mundial acumula una inflación cercana a 35% en el mismo periodo, lo que se compraba con 175 dólares en 1999, se compra con 235 dólares hoy en día. El poder adquisitivo del salario mínimo en dólares ha perdido 13%.
Revisando la inflación, lo que se compraba en 1999 con un salario mínimo (considerando la inflación mundial), costará en Mayo Bs. 1.474 y, en consecuencia, el nuevo salario mínimo permite comprar un 5% menos que hace 12 años.
Ahora bien, considerando los cambios de precios, la inflación mundial, el nivel de las exportaciones y el crecimiento poblacional de Venezuela, las exportaciones petroleras de Venezuela generan 2,4 (***) veces más ingresos por habitante de lo que producían en 1999.
En consecuencia, a pesar de 12 ajustes de salario mínimo, el poder adquisitivo del venezolano ha caído entre 5 y 13% mientras que los ingresos petroleros del país son más del doble de lo que eran en 1999.
Para el trabajador de más bajos ingresos se han añadido algunas compensaciones que sumadas a los ajustes del salario mínimo, en balance, deben haber generado una pequeña mejora en el poder adquisitivo, sin embargo, el balance general de los últimos 12 años no permite afirmar que las políticas de economía planificada estén teniendo o vayan a tener un contundente impacto en el ascenso social del venezolano en comparación con lo que ha sucedido con otras economías emergentes del mundo en el mismo periodo de tiempo.
El actual gobierno de Venezuela ha hecho y hace un gran esfuerzo por hacer crecer el número de beneficiarios directos de las políticas distributivas del estado, incorporando a millones de personas. Esto se ha traducido en una población, aunque pobre, con más capacidad de compra y consumo que la de 1999. Esta mejora debería estar permitiendo el  crecimiento de la economía privada y eso debería estar generando riqueza.
Sin embargo, desde 2001, la desconfianza que se tienen el sector público y buena parte del sector privado de Venezuela no ha permitido traducir esa oportunidad en un mayor parque industrial o en inversiones privadas nacionales, que ayudarían a generar una riqueza adicional a la renta petrolera y que, en mi opinión, es la mejor manera de crear un futuro más próspero y seguro para cualquier economía . En consecuencia, la economía se ha volcado hacia las importaciones, desviando recursos que deberían estar enfocados en aumentar la capacidad productiva y exportadora de Venezuela, hacia una estrctura de compras internacionales de todo tipo de bienes y productos.
(*) Este monto ha sido convertido a Bs. fuertes dividiendo por 1.000
(**) Dada la complejidad de convertir libremente Bolívares en US dólares , la demanda de dólares no cubierta y los tipos de cambio vigentes para importaciones (Bs. 4,30 y Bs. 5,30),  se ha estimado que Bs. 6,75 por US dólar es una valoración para fines de este análisis en un entorno internacional y sin sugerir un cambio real distinto a lo establecido por las leyes de Venezuela
(***) Estimado

jueves, 21 de abril de 2011

¿Maltrato al emigrante venezolano?

A raíz de una fuerte polémica transmitida en una televisora canaria, entre el presentador canario de un programa y sus acompañantes canarios, por un lado, y un empresario venezolano-canario, representando la Unión Canario Venezolana por el otro, me he quedado pensando en las causas y consecuencias de la inmigración venezolana, lo que me ha llevado a volver a publicar una reflexión en este blog.
En el referido programa, discutían y se replicaban dos
posiciones: la del presentador, supuestamente en nombre de los “canarios” que
nunca emigraron de las islas y la de los retornados desde Venezuela.
Los “canarios” dicen estar indignados porque los beneficios que
reciben los retornados les colocan en una mejor posición que la de los mismos
canarios y porque los retornados exudan una prepotencia inaguantable. Pos su
parte, los retornados dicen estar ofendidos por las actitudes xenofóbicas de
este señor y porque no son responsables de los eventuales beneficios que
estarían recibiendo del gobierno canario (sin reconocer tales beneficios).
Lo cierto del caso es que el reclamo del representante de
los retornados era que nadie en nombre de los canarios podía generar una
reacción de odio hacia un colectivo generalizando algunas actitudes o
situaciones supuestas y que era indebido utilizar una importante
posición en un medio de comunicación como la TV, para imponer posiciones
personales que podrían estar generando odios y desventajas para una parte de la sociedad.
Mientras oía los planteamientos de ambas posiciones (y siendo venezolano y también hijo de emigrantes españoles), encontraba verdades en ambos lados. Sin embargo, en aras de la convivencia pacífica y legal entre canarios y retornados, debo concluir que la posición personal de este señor
presentador, aunque seguramente válida para él, es absolutamente inadecuada, inoportuna e inaceptable porque no se encontraba discutiendo de manera personal en un entorno privado y entre amigos, sino en un medio masivo de televisión y eso conlleva una dosis de responsabilidad muy superior a la que él demostró en su programa.
Puedo aceptar que la prepotencia de una parte de un colectivo de emigrantes venezolanos resulte desagradable (sin que ello sea un delito). No es la primera vez que lo escucho. Pareciera que muchos de los venezolanos que desde hace algo más de 10 años han decidido emigrar a otros países son efectivamente percibidos por muchos de sus nuevos vecinos como inmigrantes poco humildes, por llamarlo de una manera elegante y discreta.
Ahora bien, creo que los venezolanos y, en general, cualquier ciudadano del mundo, sea cual sea su nacionalidad, que legalmente haya decidido residenciarse en otro país, debe contar con el respeto y la consideración de los ciudadanos del país anfitrión. Y así mismo reconozco que cualquier
emigrante debe aprender a vivir de acuerdo con la cultura y las realidades del país que ha seleccionado como su siguiente destino y tratar, de la mejor manera, de compartir sus propias costumbres, tradiciones y cultura, como una contribución enriquecedora y no invasiva.
Sólo por ejemplificar mi último punto debo reseñar que en estos días el gobierno francés ha prohibido, por razones de seguridad, que las mujeres musulmanas que viven en Francia, circulen en la vía pública cubiertas como lo acostumbran y estoy de acuerdo con la posición francesa aunque respete la cultura musulmana.
Para concluir y luego de rechazar la posición, en mi opinión irresponsable, del señor presentador de esta televisora regional, también me he quedado reflexionando de lo mal ciudadano que se suele ser en Venezuela. Y eso me hace pensar en cuánto más difícil nos debe ser el adaptarnos a cultura ciudadanas más “normales”.
La realidad venezolana de los últimos 50 años ha generado un grupo importante de seres humanos muy valiosos, con talento, actitudes y aptitudes para el trabajo y la empresa que, en general son reconocidos por extraños como superiores a la media pero también ha generado un grupo
importante de ciudadanos con algunos valores deformados a quienes les resulta,
al menos incómodo, respetar la autoridad, las leyes, el orden, los horarios, la limpieza pública y, en general, los normales deberes ciudadanos.
Por último, invitaría a este señor presentador, como lo hizo el representante de la Unión Canario Venezolana, a que él y todos los que lo necesiten, exijan explicaciones a sus autoridades y que  no se enfilen contra los retornados venezolanos. En la discusión se dejó colar que la posición del gobierno canario obedecía a conveniencias de índole político pero nunca se mencionó la imperiosa
necesidad de España y de Europa, de hacer crecer su población por la vía de los retornados y la inmigración selectiva, como una garantía de crecimiento sano de sus economías y, por consiguiente, de los sistemas de impuestos y de seguridad social de esas sociedades que no están logrando crecer de manera natural al ritmo necesario para mantener sus niveles de desarrollo.
Te agradezco me dejes tu opinión para enriquecer esta reflexión.