viernes, 20 de abril de 2012

El escándalo "Aponte Aponte" en una sola página


Eladio Aponte Aponte, venezolano de 63 años de edad, militar, abogado y licenciado, que hace un mes era uno de los 32 magistrados del Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela, un cargo reservado para los mejores jueces del país, podría desatar un desastre institucional de gran impacto. 


Aponte fue magistrado propuesto y escogido por la mayoría simple en la Asamblea Nacional en diciembre de 2004 y se le consideró desde entonces "cercano o aliado de la revolución".


Recientemente, al verse involucrado en un gran escándalo de narcotráfico (el caso Makled), fue unánimemente destituido por la Asamblea Nacional el pasado 21 de marzo y abandonó el país. Aparentemente, huyó pasando por República Dominicana, Panamá y Costa Rica, donde se dice que negoció con la DEA su ingreso a Estados Unidos, para convertirse en testigo protegido de una investigación de narcotráfico (no confirmada).


En Costa Rica grabó una entrevista  con un canal de Miami que hace 2 días fue difundida en horario estelar en Venezuela e incluso analizada por 2 horas en CNN en Español. En resumen, con más o menos detalles (incluso nombrando a varios importantes personajes), concluye lo siguiente:


  • La justicia en Venezuela no es independiente. El gobierno, incluso desde la Presidencia, decide con criterios políticos cómo y a quién se procesa legalmente
  • La mayoría de los jueces que no son leales al gobierno y a la revolución, son destituidos o forzados a renunciar
  • En la justicia venezolana convive una mafia que hace negocios con las sentencias
  • El narcotráfico ha penetrado tanto la Fuerza Armada como el sistema judicial del país

En medio de la polarización que vive Venezuela desde hace ya muchos años y a menos de 6 meses para las próximas elecciones presidenciales, la mayor parte de las reacciones oficiales a estas declaraciones han sido políticas.


Suponiendo que las elecciones no estuvieran tan cerca y que existiera una convivencia entre el gobierno y la oposición que tuviese los intereses nacionales por encima de cualquier otro objetivo, un evento de esta categoría, exigiría encender todas las alarmas para proteger nuestra democracia.


  • De ser Aponte el juez que el mismo reconoce ser, ¿cómo es posible que el sistema de control del TSJ no lo haya detectado antes?
  • ¿Qué tienen que decirle al país los responsables de tal sistema de control, los otros magistrados o la Presidenta del TSJ?
  • Si tan solo una pequeña  parte de lo que afirma el Dr. Aponte es cierto, ¿cómo garantizar que la necesaria investigación se realice, sea exhaustiva y sea imparcial?
  • ¿Quién y cómo dirige una investigación sobre la penetración de narcotráfico en la Fuerza Armada y en el Sistema Judicial de Venezuela?
  • ¿Cómo se sostiene una democracia si en realidad los jueces toman decisiones políticas y no legales? 
  • ¿Cómo se protege el estado venezolano ante los ataques o penetraciones de la delincuencia y el narcotráfico si ya están adentro de nuestros sistemas?


Seguiremos en sintonía y muy preocupados.



sábado, 14 de abril de 2012

¿Una ley de trabajo para el siglo 21?

Como no podía ser de otra manera, en la Venezuela de nuestros días, una sociedad con inmensos problemas básicos en su infraestructura, seguridad, educación, acceso a la vivienda, salud, movilidad en las ciudades, y, en general, con una economía inestable, el gobierno se enfrasca 6 meses antes de la elección presidencial, en una modificación atropellada y poco consultada de nuestra ley del trabajo.


Los cambios que el mundo moderno ha experimentado en los últimos 30 años, gracias a las tecnologías de la información entre otras, han generado varios nuevos tipos de trabajadores y realidades. No se parecen en nada, las necesidades de los trabajadores del conocimiento a los trabajadores de la construcción, los actores, la fuerza laboral de las fábricas o del campo, los vendedores ambulantes, los empleados de una farmacia o tres carpinteros que se unen para hacer cocinas, por sólo mencionar algunas ocupaciones.


Sin embargo, lo que se deja colar de los cambios que se estarían introduciendo con la modificación a la ley que se ha ofrecido para dentro de 16 días, tiene sólo que ver con los aspectos básicos por los que discutían los sindicatos de obreros hace 50 años: el horario, las penosas prestaciones de antigüedad y los beneficios de maternidad.


En un país que ha vivido los últimos 30 años con una inflación enorme, se sigue apostando a un sistema obligatorio de ahorro que muy poco ayuda porque mientras la inflación anda por 25%, los intereses que ganan las prestaciones, con suerte, pagan 15%. 


¿Qué aspectos importantes pareciera que no se discuten?


1.- ¿Por qué no creamos fondos de ahorro y retiro independientes del empleador y del gobierno para reemplazar las prestaciones y que deberían permitir que los aportes se "multipliquen" en dólares, por ejemplo, alentando a que se inviertan en la expansión de la industria petrolera venezolana?


2.- ¿Por qué no se propone un mejor sistema de jubilación. Sólo el 20% de la fuerza laboral gana sueldo mínimo pero la pensión de jubilación para el 100% de los empleados, en el mejor de los casos, será un sueldo mínimo?


3.- ¿Por qué no se están revisando y atendiendo las necesidades de una enorme fuerza laboral que trabajará desde sus casas sin controles de horario y que tiende a crecer en los próximos 30 años?


4.- ¿Por qué seguimos pensando que la gente trabajará 30 años en la misma empresa si la realidad es que la gente está cambiando de empleador cada 2 ó 3 años e incluso se hace autónomo a ratos ("matando tigres")?


5.- ¿Por qué la Unidad Tributaria se ajusta todos los años por debajo de la inflación  y se permite que esto genere un aumento indirecto del impuesto sobre la renta que pagan los empleados? ¿Por qué no se consideran también des-gravámenes válidos la depreciación del vehículo, de la vivienda y de los enseres básicos de las familias?


6.- ¿Por qué los empleados y las empresas se ven obligados a pagar una alta mensualidad de Seguro Social Obligatorio y una alta mensualidad de seguro privado de HCM y la cobertura de salud sigue siendo realmente "majunche"?


7.- ¿Por qué no se crea una taquilla única y moderna y por el contrario el país pierde tanto tiempo lidiando con varias burocracias independientes en el Seguro Social, el INCES, el Banavih, el Ministerio del Trabajo, la ONA, la LOPCYMAT y la LOCTI?


8.- ¿Por qué el INCES no empieza a brindar educación en línea (Internet) para personas  que necesiten cambiar de carrera cuando llegan a cierta edad y sólo sigue siendo un bachillerato especializado a la orden de pocos venezolanos que comienzan su vida laboral? ¿Por qué no se unifica en el INCES todas las nuevas misiones de formación para el trabajo, llámense como se llamen?


9.- ¿Por qué no se crea la figura de salario integral, como en Colombia y decenas de otros países, a la que los Consultores, Médicos, Contadores, Vendedores, Consultores, Abogados y tantos otros profesionales de más alto nivel se puedan acoger para no seguir siendo regulados como a los trabajadores más básicos que, por ejemplo son obligados a ahorrar o a esperar a diciembre para recibir parte importante de su ingreso anual, entre otras imposiciones?


10.- ¿Por qué no discutir sobre salarios variables asociados con productividad que le permita a los empleados participar de los beneficios que ayudan a generar de una manera más directa y dejar de pensar en la relación laboral sólo como una venta del tiempo del empleado? ¿Por qué no pensar en reemplazar antigüedad por una combinación de antigüedad-productividad y que se pague con acciones de las empresas que generen beneficios futuros a las familias?


11.- ¿Por que prohibir o condenar la figura de Outsourcing si el mundo entero ha escogido este camino de la especialización para aumentar la productividad? ¿Por qué no revisar precisamente las condiciones de estas empresas para que no se usen para evadir beneficios laborales?


12.- ¿Por qué no incluir beneficios y coberturas en la ley que apoyen al sector informal que es casi del mismo tamaño que el sector formal pero que además está lleno de la fuerza emprendedora necesaria para hacer crecer nuestra economía?


En fin, que la modernidad y la realidad actual de Venezuela han dado pie a nuevos escenarios y nuevas necesidades que siento que están quedando por fuera de las discusiones y pareciera que seguimos empeñados en promulgar una ley que en definitiva no ayudará a los empleados, las fábricas, las empresas y los comercios e incluso al sector público del país, en la misión de hacer crecer el bienestar y la calidad de vida de todos. Entonces,  ¿será que sólo se busca amarrar votos para el próximo 7OCT12?.





lunes, 9 de abril de 2012

¿Café con leche evaporada?


Hoy es 9 de abril y desde que comenzó el 2012 no he podido conseguir la leche evaporada que le pongo al primer café de la mañana. Durante los primeros meses de los últimos años, no se encuentra en los supermercados de Caracas aunque me han dicho en estos días que está por llegar. Sigamos.

Ese marrón de las mañanas, además de mi selección diaria de sitos web de noticias, casi siempre tiene otros acompañantes y desde hace unos meses, han sido unas galletas de avena bañadas con chocolate que están mundiales pero que lamentablemente están tan inasequibles como las laticas de leche. Así que temporalmente me ha tocado acompañar las lecturas matutinas con café con leche descremada y un trocito de algún bizcocho u otra galleta menos exótica.

Ya en camino al trabajo, antes de llegar a la oficina, dejé el carro en mi taller de confianza para que revisaran el sistema de alarma que ha estado fallando desde hace 6 semanas. El taller me había dado cita para hoy porque siempre está copado. Dejé el vehículo y subí a mi oficina para descubrir que volvió a estallar otro transformador eléctrico del centro empresarial (segunda vez en los últimos meses). Otro día de productividad al olvido. La refacción por parte de la compañía de electricidad requiere más de 12 horas de trabajo (sobretodo, por la espera de los repuestos).

Después de un par de rápidas reuniones a obscuras y con algo de calor, nos despedimos hasta mañana y aprovechando que no había servicio eléctrico ni oficina decidí realizar personalmente un pago oficial pendiente para el día de hoy. Sin acceso a internet, me vi obligado a visitar un cyber-café de la zona y luego de esperar 15 minutos para que se desocupara una máquina, en 6 minutos imprimí los recibos que exige la dependencia oficial y me fui a mi banco a comprar el cheque de gerencia para hacer el pago (como lo exige la norma oficial).

El banco estaba bastante despejado. Sólo hice una fila de 7 personas que demoró 10 minutos. Al llegar a mi taquilla, el cajero se disculpó porque la sucursal se había quedado sin cheques de gerencia y me indicó otras 2 oficinas cercanas donde seguramente los podría comprar. Me fui a la agencia más cercana a la dependencia oficial donde realizaría mi pago. Esta agencia si estaba abarrotada de clientes con los que compartí con paciencia más de una hora completa de espera.

Luego de esa hora, salí con el cheque de gerencia pero ya era mediodía, así que llamé a casa de mi madre para ir a almorzar. Ella me pidió el favor de comprarle dos medicamentos en la farmacia que está cerca de su casa. Pasé a la farmacia y luego de esperar 5 clientes que estaban en fila, me dice el farmaceuta que muchos medicamentos están agotados. Sigo a otra farmacia cercana y la misma historia que me empieza a preocupar pero ¡me muero de hambre!

Almorcé en casa de mi madre y le ofrecí que de regreso de la diligencia oficial buscaría en las otras farmacias que me van a quedar en el camino porque tengo el carro en el taller.

Luego de caminar 20 minutos llegué a la dependencia oficial y me sumé a un grupo de unas 65 personas que esperaban ser atendidos por 3 taquillas. Luego de descubrir el orden secreto de la atención y de estar parado durante una hora y media, puede pagar y salí a cazar los medicamentos. Para no exagerar, en la primera farmacia los conseguí y para completar mi sentido de realización, también descubrí y puede volver a comprar, luego de unos 5 meses de desilusión, las benditas galletas de avena y chocolate.

Ya era hora de pasar por el taller pero como de camino queda mi centro empresarial, decidí curiosear los avances de la reparación eléctrica. Ya había llegado el transformador y sería cuestión de 4 ó 5 horas más de trabajo para restaurar el servicio esta noche, sin embargo, estaban desarmando uno de los accesos al estacionamiento para que pudiera pasar el camión con el repuesto gigante. Allí  dejé a los obreros cortando tubos y desinstalando el techo que protege las dispensadoras de tickets, esperando que mañana si comience la semana en la oficina.

Llegué al taller y me informaron que la falla la originó un pequeño motor que controla el seguro de la puerta del chófer que, como ya debes imaginar, tampoco está disponible en Venezuela pero se ofrecieron a consultar con el cuñado de uno de los mecánicos que junto con su mujer están importando repuestos bajo pedido.

Ajá, hablando del carro, hace 2 ó 3 años, se le desapareció el limpia-para-brisas del vidrio trasero y desde entonces he intentado comprarlo en Venezuela. Para ello, en cada revisión de 5 mil kilómetros he realizado la ingenua consulta en la tienda de partes originales pero aun sigo intentándolo. Recientemente, otro repuesto y ahora este motor del seguro eléctrico se han unido para formar un trío de abstrusos forasteros. Ya le pedí un presupuesto al cuñado del mecánico para intentar mantener el carro lo más completo posible.

Pues bien, luego de este interesante día de diligencias y compras menores estoy llegando a casa para escribir esta historia porque necesito dejar constancia del diluvio de oportunidades de inversión, desarrollo y crecimiento que tenemos en Venezuela. En este momento es difícil ser optimista y atrevido para anticiparse a la mayoría de estas ocasiones pero no pierdo de vista que están allí y  más temprano que tarde van a permitir la apertura de miles de nuevas empresas, de comercios, de fábricas, de ideas, de procesos y de sistemas. Así que aun estoy convencido de que vale la pena seguir esperando por el país y preparándome para ayudar a hacerlo crecer como pocos destinos del mundo lo podrán hacer en el futuro cercano.


¡Coño!, creo que no tengo azúcar...

domingo, 8 de abril de 2012

Un millón y medio de empleados ganarán 28,6% más en 2012


Con el anuncio oficial sobre el ajuste de salario, un millón y medio de trabajadores que ganan el sueldo mínimo verán crecer sus ingresos este año un 28,6% con respecto a lo que cobraron en todo el año pasado.

El salario mínimo en enero de 2011 era de Bs. 1.223,89, en mayo pasó a Bs. 1.407,47 y en septiembre llegó a Bs. 1.548,22. En consecuencia, por sueldos, un empleado con salario mínimo recibió Bs. 16.718,32 en todo el 2011.

El 2012 se inició en Bs. 1.548,22 y subirá en mayo a Bs. 1.780,45 y, a partir de septiembre, llegará a Bs. 2.047,52. En el 2012, los sueldos del empleado con salario mínimo sumarán Bs. 21.504,78 (que son Bs. 4.786,46  más que en el 2011 ó 28,6%).

Ahora bien, la inflación de 2011 fue de 27,6%. Esto quiere decir que lo que se compraba con Bs. 1.223,89 en enero de 2011, costaba Bs. 1.561,68 en enero de 2012 y proyectando una inflación de 23% en el 2012, costará Bs. 1.952,10 a final de este año. Es decir, que el salario mínimo comprará más o menos lo mismo en enero de 2013 que lo que compró en enero de 2011.

Visto esto, se puede afirmar que los aumentos de salario mínimo compensan la  inflación y mantiene el poder adquisitivo sin cambios. Una visión negativa dirá que no hay progreso y una positiva, dirá que no hay deterioro del poder de compra y ambas son reales.

En mi opinión y considerando que hay varios tipos de cambio en Venezuela, el salario mínimo que se ganará a partir de mayo, puede tener un poder de compra internacional equivalente a unos 250 dólares.


Entorno del ajuste

La decisión de este ajuste ha sido tomada en medio del siguiente entorno económico:

1.- El año pasado se registró una inflación de 27,6% y un crecimiento del PIB de 4,2%

2.- El precio promedio del barril de petróleo durante 2011 fue de US$ 101 y el gobierno lo había estimado en US$ 40

3.- Los ingresos petroleros aumentaron 38% en 2011 con respecto al 2010, ya que el precio del petróleo pasó de US$ 73 en 2010 a US$ 101 el año pasado

4.- En lo que va de 2012, el promedio del barril está en US$ 112 y está presupuestado por el gobierno en 50 dólares

5.- Para el 2012, el gobierno ha estimado que la inflación será 21% y que el PIB crecerá 5% ó más

6.- A febrero de 2012, hay 1,2 millones de personas desempleadas, 5 millones ocupadas en el sector informal y 6,9 millones tienen un empleo formal. De estos últimos, aproximadamente, 1,5 millones son empleados que ganan el salario mínimo
7.- El ajuste al salario mínimo también ajustará los topes para calcular los aportes al seguro social y aumentará el número de beneficiarios del bono para alimentación