domingo, 25 de octubre de 2009

Contradicciones de una economía planificada


1.- Vivimos en inflación pero no sube la producción porque se amenaza a los que producen ya que no se confía en ellos y se les encuentra responsables de ésta y de muchos otros males. Para el estado la economía libre y el capitalismo son plagas que están destruyendo al mundo.

2.- Ser empresario, ser reproductor y tratar de generar riqueza individual, mientras se ofrecen productos y servicios a los demás, es un pecado (casi un crimen) y, en consecuencia, la producción y venta de productos y servicios debe ser una cosa social o pública.

3.- Las iniciativas sociales o públicas difícilmente consiguen de sus protagonistas y colaboradores la misma motivación, compromiso y entrega que las iniciativas privadas e individuales.

4.- Mientras migro de lo privado a lo público, cae la productividad, la creatividad, la calidad y la sociedad termina con menos opciones de consumo, de disfrute y, muy frecuentemente, padece y se acostumbra a la escasez.

5.- Para controlar toda la economía, se deben controlar todos los costos de la producción y, en consecuencia, los sueldos, sin embargo, como hay una gran deuda con la mayoría pobre, se deben subir los sueldos y eso des-balancea toda estructura de costos: pública y privada.

6.- Como quien supuestamente sufre primero un aumento de sueldos es el empresario (y él tiene para aguantarlo), se controlan los precios y se suben los salarios, lo que reduce las ganancias y genera una caída de la inversión.

7.- Al no devaluar el tipo de cambio, la inflación acumulada hace que sea mucho más barato lo importado y mucho más caro lo producido o vendido en el país, incentivando las importaciones (que pueden ser menos riesgosas) y reduciendo la producción nacional, las opciones del consumidor y las fuentes de empleo privadas.

8.- Si el estado tuviese la garantía de una fuente infinita de ingresos en monedas extranjeras que crezca año tras año por encima del crecimiento poblacional, el modelo de importaciones y de economía pública y social podría satisfacer las necesidades del país.

9.- Como se incentivan las importaciones pero no hay dólares para todas, la gente busca como conseguir moneda extranjera disparando el tipo de cambio no oficial hacia arriba, generando un diferencial que genera más inflación porque ese tipo de cambio suele ser el marcador de muchos de los precios no controlados.

10.- Como lo que se quiere es que la gente produzca nacional y no importe lo que no se considera esencial, se establece una ley que criminaliza y penaliza el comercio en monedas extranjeras si no pasan por la vía oficial.

11.- Como no se modifica el tipo de cambio, la gente intenta viajar para hacer turismo barato y comprar productos personales “afuera” con más de 60% de descuento.

12.- Como quienes salen y se atreven a gastar su cupo no son mayoría, restrinjo dicho cupo y desincentivo la salida.

13.- Como la represión no es un camino humano y digno para acabar con la delincuencia, mientras el cambio cultural y social no llega a todos los excluidos, cada día la sociedad está sometida a mayor delincuencia y pareciera leerse que el delincuente es un mejor ciudadano que la víctima.

Conclusión: La economía es como la energía del agua que fluye: busca incesantemente su camino empujada por la gravedad y los accidentes del terreno. Como hay contradicciones insalvables y tan grandes entre una economía más libre y una economía socialista, seguramente la economía libre será prohibida y criminalizada en algún momento futuro cuando el estado pueda garantizar un abastecimiento mínimo de lo más básico (los criterios de mínimo, esencial y justo serán tan subjetivos como lo dicten las disponibilidades de recursos públicos, año tras año).

2 comentarios:

Alejol dijo...

Eso ya lo vivimos en Uruguay en la década de los '60. Tuvo su máxima expresión en el gobierno de Pacheco Areco, quien logró controlar la inflación con medidas como el control de precios y salarios. Logró también el mayor estancamiento productivo. Y era un presidente electo democráticamente pero de derechas.
Así que el control de la economía no es patrimonio de los izquierdistas. Y tiene el mismo resultado, desde el Egipto ancestral que controlaba el precio del ajo y la cebada: escasez y especulación.

Alejol dijo...

Acá en Uruguay tuvimos un crecimiento económico muy bueno a partir de fines del 2004; es inexplicable porqué paralelamente se aumentó tanto la deuda externa (U$S5.000 millones desde el inicio del gobierno de Tabaré Vázquez).
Creo que las perspectivas no son halagüeñas con un nuevo presidente de carácter irritable y cambiante enfrentado a crecientes problemas económicos y sociales. O sea, me parece que intenrará lo mismo que tantos populistas: echarle la culpa a otros , si es fuera de fronteras mejor, de las ineptitudes propias.