El 8 de octubre muy temprano escribí “Esta historia
continuará…”. Fue mi rápida catarsis y asimilación de los resultados del día
anterior. Básicamente me enfoque en el importante crecimiento que sostiene la
oposición y lo indispensable que le resulta que su ineludible tristeza se transforme en esperanza y que la unidad se dedique
a procurar los espacios regionales que le corresponderán y que son indispensables
para seguir construyendo la alternativa democrática.
Sabía que este desenlace del 7-O era muy probable porque dos buenas encuestadores, con
trayectoria y suficientes aciertos previos, habían logrado anticipar ese resultado con mucha
precisión (Hinterlaces y Datanalisis).
Seguidamente y en paralelo a decenas de análisis que fui leyendo, escribí “Los Carentes, los Apretados y los Solventes” en un intento muy personal por ir en contra de quienes desde la oposición tildan de “interesado irresponsable” al chavista pobre que votó de nuevo por el continuismo. Básicamente, intentaba sensibilizar a quienes les está costando mucho ponerse en los zapatos de los 7,5 millones de compatriotas que padecen limitaciones serias en su día a día y que volvieron a dar una oportunidad a Chávez porque han recibido su “ayuda”. Muchos opositores no entienden que mucha gente valora esa ayuda porque la necesita y no puede, no sabe o no quiere arriesgarse a perder una parte de su presupuesto diario de subsistencia.
Ahora bien, pasados estos días desde el 7-O, mantengo mis reflexiones previas pero necesito dejar constancia de que pienso que la diferencia “real” entre Chávez y Capriles es menor.
Cuando se tenga acceso al escrutinio completo, porque aun el CNE nos
debe razón de 296.345 votantes (los del exterior más los de centros inhóspitos), estimo que la ventaja para Chávez se mantendrá en torno a 1.640.000 votos.
El retiro de 3 tarjetas con cara de
Capriles más la tarjeta que se le sumó a Reina Sequera, disminuyeron la
votación de Capriles en 100.000 votos (65.000 que se llevó Reina y 35.000
nulos por error). Sin estos 4 raros cambios, la ventaja hubiese bajado a 1.540.000 votos.
La brecha bajaría a 1.528.000 votos de haber un centro en Miami, porque allí Capriles hubiera recibido 12.000 votos más de los que no pudieron o no aceptaron el "castigo" de viajar 14 horas para expresarse.
Por otra parte, es público y notorio que el CNE no ha facilitado suficientemente la inscripción de más venezolanos en el exterior. Si se acepta que hay más de 800.000 paisanos fuera y sólo pueden votar 100 mil, por simplificar y no exagerar, el CNE debería haber inscrito a 300 mil venezolanos adicionales. De estos, habrían votado 240.000 y proyectando el comportamiento típico del 7-O, (90/10), 216.000 lo hubiesen hecho por Capriles y 24.000 por Chávez, lo que habría podido recortar la brecha en 192.000 votos adicionales. La diferencia ya iría por 1.336.000.
Por último, tenemos el sonado remate rojo de la tarde del
7-O. Todo lo leído y oído hace presumir que la operación 1x10 del chavismo les llevó a su “perfecta” victoria.
Si buena parte de la diferencia total de Chávez se votó entre las 4pm y
las 7pm, quiere decir que la maquinaria logró 2 millones de votos rojos en el final de la jornada. Siento que objetivamente el 10% de estas personas votó bajo presión y por miedo, ya
que había escogido abstenerse. Sin ellos, la ventaja disminuiría en 200.000 votos y eso
reduciría la brecha a 1.136.000 votos.
Ahora bien, sólo la mitad de esta brecha, es decir, 670.000
votos hicieron a Chávez presidente nuevamente o visto de la otra forma, si Capriles convencía a 700.000 venezolanos adicionales, la historia sería otra. Pero aun ajustando la diferencia con estas suposiciones de arriba (que tú decides sin son exageradas o no), Chávez
gana igual pero sólo por poco más de 1 millón de votos. Es decir, los resultados “reales” son más parejos que los oficiales.
Mis conclusiones:
- El ventajismo es real, injusto y ayudó a ganar
- Sólo un porcentaje pequeño de gente fue forzada a votar (y se hubiese abstenido)
- Hay un porcentaje de venezolanos que vota por Chávez porque lo ama pero la mayoría real lo escoge porque su manera de distribuir la riqueza petrolera es tangible
- La gente común y corriente no quiere arriesgar lo que recibe y/o lo que va a recibir de este gobierno y eso no es criticable para quienes padecen tantas carencias vitales
- La minoría opositora ha venido creciendo en los últimos años porque o el reparto no alcanza igual y/o cada vez más gente comprende que si el país se sigue deteriorando, lo que pueden recibir de este modelo no compensará los males que padeceremos
En muy pocas palabras, el chavismo hace rato que sabe cómo
gobernar para ganar elecciones y aunque la oposición sigue convenciendo de que hay otro camino, aun queda un trecho que falta por recorrer. Nunca será demasiado tarde seguir intentándolo por la Venezuela que merecemos.
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