De acuerdo con todas las encuestas que se han publicado
entre Julio y esta fecha, existe una posibilidad real de que Chávez gane este 7
de octubre. Hay un grupo de encuestas que lo gritan como verdad inobjetable y,
el resto, indica que aunque podría ganar Capriles, Chávez estaría muy cerca. En
conclusión, la victoria de Chávez no sería un batacazo, ni el resultado de una
conspiración tramposa sino la confirmación de uno de los 2 escenarios más probables para
esta elección.
Reflexiono en esta ocasión sobre una nueva
victoria de Chávez.
De concretarse este escenario, en mi opinión, se habrá
comprobado que la forma de gobernar de Chávez, sin animarme a calificarla o de
atacar la relección indefinida esta vez, tiene el respaldo de la mayoría o, en el peor
de los casos, tiene un respaldo casi mayoritario. Hago esta última aclaratoria
porque suponiendo que las consecuencias del abuso de poder que acompañan a
cualquier Presidente-candidato añaden un porcentaje automático de votos, la reelección
aun requiere un altísimo porcentaje de convencidos.
Pero entrando en materia, luego de una victoria de Chávez
tomará una significación muy importante su estado de salud. Si Chávez está en
una proceso de recuperación total pasamos a analizar la ruta A, un nuevo gobierno
completo de Chávez y si, por el contrario, su enfermedad tiene graves
consecuencias que le impidan completar su mandato, pasamos a analizar la ruta
B, que incluye nuevas elecciones presidenciales en 2013.
Ruta A
Luego de un triunfo de Chávez el 7-O, casi de inmediato el
país entrará en una nueva campaña electoral, entonces, para renovar los poderes
regionales, elegir a los nuevos gobernadores. En consecuencia, Chávez tendrá
las 2 siguientes semanas de octubre para “regocijarse” por la madurez de su revolución y
confirmar sus planes para la nueva etapa del socialismo venezolano del 2013 al 2019.
Por su parte, inmediatamente, la oposición tendrá que armarse de fuerza, exigir
a Chávez que reconozca que un importante porcentaje del país no está de acuerdo
con él y embarcarse en una lucha por al menos mantener el poder regional en Zulia,
Miranda, Carabobo, Lara, Táchira, Nueva Esparta, Amazonas y hasta Monagas.
Seguramente, el resultado seguirá favoreciendo más a Chávez, aunque para
predecir los resultados de las Regionales va a resultar indispensable conocer
los resultados por estado de las Presidenciales.
Ganando el 7-O, el respaldo y la aprobación de Chávez
aumentará automáticamente y el porcentaje de votantes que más tardíamente haya
apoyado a Capriles, saltará la talanquera para mostrarse complacido con un
nuevo período rojo.
Con otros 6 años de socialismo por delante, a partir de
enero de 2013, esperaríamos que el gobierno tome acciones contundentes para
reducir y eventualmente controlar el problema de inseguridad porque las
dimensiones que está alcanzado, amenazan la viabilidad de cualquier
modelo de país.
Un nuevo gobierno de Chávez profundizará las formas mostradas
hasta ahora y todo el tinglado de poder popular continuará desarrollándose con
no pocas consecuencias para la organización del estado que hoy conocemos.
Venezuela seguiría avanzando en un trasvase de los poderes de gobernadores y
alcaldes hacia nuevas instancias como los consejos comunales y otras formas de
organización socialista.
En mi opinión, en caso de que Venezuela decida continuar su
tránsito al socialismo el próximo 7-O, lo
que viene es más o menos fácil de predecir en la medida en que se mantengan o
crezcan los ingresos petroleros del país. Contando con la renta petrolera, sólo
habrá que leer el programa de Chávez para darnos una idea de cómo seguirá
cambiando el país. Si en alguno de los años próximos años se ponen flacas las
vacas, no tengo mucha idea del tipo de gobierno que tendríamos.
Ruta B
Resulta más o menos evidente que aunque Chávez ha padecido una enfermedad grave, al menos al muy corto plazo, no pareciera que le incapacitará inmediatamente al punto de impedirle seguir gobernando en el 2012. En este sentido, la primera parte de la ruta A, lo concerniente a los primeros 2 meses hasta las elecciones
regionales, aplicaría igualmente para la ruta B. Sin embargo, si las consecuencias de una
eventual gravedad de su padecimiento se hace presente a principios de 2013 y
esta gravedad no le permitiese gobernar más, entraríamos en
una nueva campaña electoral a mediano plazo sin la participación de Chávez.
De acontecer el futuro de Chávez de esta manera, resultaría
fundamental la manera en que Capriles y la MUD hayan administrado su eventual
derrota el 7-O (según el escenario que estoy analizando acá).
Si la oposición hace un manejo moralizante de su derrota y mantiene cohesionado
el mayor número posible de apoyos después del 7-O, aumentaría su chance de llegar al poder en
unas eventuales nuevas elecciones presidenciales a mediados de 2013.
Ahora bien, hay quienes piensan que si ésta es la real salud de Chávez, él renunciará a la candidatura el 6-O, un día antes de las elecciones y cuando ya no haya propaganda, colocando a Nicolás Maduro en su lugar, de manera que habrá hecho toda la campaña a favor de la revolución, porque esta jugada evitaría repetir elecciones y garantiza los 6 años completos en caso de ganar las elecciones.
Ahora bien, hay quienes piensan que si ésta es la real salud de Chávez, él renunciará a la candidatura el 6-O, un día antes de las elecciones y cuando ya no haya propaganda, colocando a Nicolás Maduro en su lugar, de manera que habrá hecho toda la campaña a favor de la revolución, porque esta jugada evitaría repetir elecciones y garantiza los 6 años completos en caso de ganar las elecciones.
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