El sistema electoral de Venezuela, que recibe y cuenta votos de casi 19 millones de personas en casi 40 mil mesas, todavía incluye un porcentaje de mesas que votan de manera manual. Votan manual unos 100 mil venezolanos en las embajadas de más de 85 países y unos mil venezolanos en zonas inhóspitas en 10 estados de Venezuela. El resto de los votos son automatizados.
En cada mesa, si hay testigos de todas las tendencias en competencia, cada votante vota una sola vez y debe firmar y poner su huella en el cuaderno y, luego de emitir su voto, debe introducir la boleta en una caja.
Si a las 6pm ya no hay votantes esperando:
- Se cierra la mesa y se imprime el acta para saber cómo fue la votación de esa mesa. El acta debería reflejar los resultados de la caja y del cuaderno.
- Se imprimen tantas copias del acta como testigos presentes y las firman todos los miembros.
- Luego la máquina se conecta a la red y se envía el resultado al CNE. En el sistema de totalización del CNE, los datos se van consolidando y sumando.
- La caja se “enteipa”, se sella y es firmada por todos lo presentes.
- Terminado el proceso, la máquina, la caja y el cuaderno quedan bajo resguardo del CNE a través del plan República, disponibles para ser revisadas si fuera necesario y si luego de un plazo de tiempo finito no hay reclamo, se destruyen la caja y el cuaderno.
Este sistema, descrito de esta manera, ha sido probado y auditado varias veces por la oposición y en todas las oportunidades se ha comprobado que funciona y es fiel reflejo de la voluntad de los votantes. A lo sumo, cuando se han hecho auditorías, se ha detectado que faltan 1 ó 2 boletas de gente que no las introduce en la caja. Sin embargo, las auditorías sólo se han hecho en 10 o 15% de las mesas y no en el 54% que permite la ley y seguramente se han hecho en los centros donde hay fuerza de la oposición y normalidad (grandes ciudades y urbanizaciones).
En cualquier caso, si la oposición tiene copias de todas las actas, una suma simple permite comparar el resultado con el que publica el CNE en su web. Eso ya casi debe estar listo en la mayoría de los estados. Me tiene sorprendido que se esté afirmando que en Carabobo las actas de la oposición no suman lo que el CNE ha publicado. Si esto se confirma, ha pasado algo que no había sido auditado hasta ahora. Sería un fraude muy burdo y muy fácil de desmontar.
Históricamente, se ha comprobado que es imposible que en el CNE se sume algo distinto a lo que se transmite. Por ello sostengo (y nos conviene que así sea) que el sistema de totalización es inviolable y que el voto es secreto. De esa manera, la oposición ha ganado varias elecciones: referéndum, gobernaciones, alcaldías, asamblea, etc. Y con este sistema, tendría que seguir ganando elecciones este mismo año, el próximo y los siguientes.
¿Dónde puede haber fraude?
Comprobado:
- En la pre-campaña y campaña, donde el CNE ha avalado con su actitud permisiva el uso abusivo de poder y recursos públicos a favor de uno de los contendores
- El día de las elecciones, no actuando ante quienes siguen haciendo propaganda y amenazan a votantes para que no se expresen o voten de manera asistida o que el voto no sea libre
- En este momento, en el que se están exponiendo pruebas de organismos públicos en los que se están despidiendo o amenazando con despido a los votantes opositores
Por comprobar:
- El día de las elecciones, en mesas donde no hay presencia de testigos de todas las tendencias, en las que podrían emitirse votos falsos que no reflejan la voluntad de esa comunidad
- El día de las elecciones, en mesas donde no hay testigos de todas las tendencias, en las que representantes de una tendencia se aseguran que la gente vote obligada por una opción a cambio de dar algún favor o quitar un beneficio, violando la libertad del elector
Se ha dicho que hay un porcentaje de mesas, en las que al llegar el final del proceso se violan los pasos finales: se presiona a los testigos para que se vayan, se impiden las auditorias, se reabren centros, etc. Todo esto se puede auditar preguntando a los testigos o contando las mesas donde la oposición no tuvo testigos o de las que no tiene copia de actas porque el testigo no se quedó hasta el final. A esto llamaré mesas “débiles” para la oposición.
Si suponemos que en la mesas “débiles” se emitieron votos falsos, podría haber ahora manera de averiguarlo, aunque podría ser muy, muy difícil. Hay gente que piensa que Capriles ganó por 300 mil votos. Eso quiere decir que se habrían emitido al menos 500 mil votos falsos y eso significaría que, digamos, en 20.000 mesas se emitieron 25 votos falsos en cada una, o 50 votos falsos en 10.000 mesas o 100 votos falsos en 5.000 mesas. Sólo la MUD puede estimar cuál fue su número de mesas “débiles” el 14A. De otros procesos nacionales, se ha dicho que la oposición es débil en unas 8.000 mesas. Es decir, que si hay un fraude de este tamaño, podría significar que hay unos 60 votos falsos en esas 8.000 mesas “débiles”.
¿Cómo detectar incoherencias o votos falsos?
- Mesas de las que no se consigue o la caja o el cuaderno. Estas mesas se objetarían
- Mesas con una abstención muy alejada de 20% deben llamar la atención para investigar con más ahínco
- Mesas donde los votos en acta no concuerdan con las papeletas. Es decir, se emitieron 60 votos falsos pero no se metieron en la caja. Si falta 1 ó 2 papeletas, sería “normal” pero cualquier faltante o excedente superior debería permitir objetar esa mesa
- Los votos en acta no concuerdan con el cuaderno. Es decir, se emitieron 60 votos falsos, las papeletas se metieron en la caja pero no hay huella y firma en el cuaderno para todos los votos. Las papeletas en la caja coincidirán con el acta pero en el cuaderno habrá un faltante. Esa mesa se objetaría.
- Los votos en acta concuerdan con la caja y el cuaderno. Habría que revisar firmas y huellas del cuaderno para tratar de detectar algo sospechoso. Firmas o huellas parecidas podrían dar pie a objetar esa mesa, aunque se complicarían las pruebas
- Mesas donde haya pruebas o testigos que demuestren que hubo voto asistido
Se supone que el 14A se hizo la auditoria de más de 20.000 mesas. Sin embargo, por la experiencia de procesos pasados, sólo se hace la auditoria en 4 ó 5 mil mesas. Si allí han aparecido incoherencias, ya están documentadas. Hasta ahora, en los procesos pasados, en estas auditorias se ha comprobado que todo es correcto. Si al final de esta auditoría adicional, ofrecida el día de ayer por el CNE, se suman suficientes objeciones y pruebas de violaciones a la ley electoral, ya veremos que resulta al final.
Mi recomendación para el opositor que se siente defraudado por el sistema electoral es que espere las auditorías y las pruebas para fijar una posición, recordando que Capriles está al frente del proceso y se debe ser responsable con uno mismo y con todo el país. Asumir que hubo un fraude que cambió los resultados sin esperar las pruebas, propiciará la abstención de la oposición en las próximas elecciones y entregará decenas de alcaldías y cientos de concejales a la otra opción, alejando a la oposición de ser gobierno.
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