Estos ratos revisando fotos de la ciudad con más de 30, 40 y hasta 80 años me han hecho pensar hasta que punto conservar partes de una ciudad y cuando modernizarlas.
Creo que hay bandos suficientemente nutridos y activos para cada tentación. Si modernizamos en exceso perdemos herencia y si no modernizamos, nunca dejaremos herencia.
Entiendo que hay joyas arquitectónicas y urbanísticas dignas de mantener y hacer que trasciendan nuestro tiempo, sin embargo, también estoy de acuerdo que cuando un zona cambió su uso por completo, un espacio está abandonado y las nuevas necesidades presionan, llega el momento de construir algo nuevo. Quizá en Venezuela y específicamente en Caracas, se han construido pocos íconos reales para la ciudad y, en consecuencia, las tentaciones modernizadoras y el desinterés por el mantenimiento y la preservación, llevan a reconstruirnos más fácilmente.
Por lo pronto, dedicaré algún tiempo a ir fotografiando sitios y construcciones emblemáticas de Caracas que estén desapareciendo o amenazadas de muerte para ir configurando un archivo personal para el futuro recordar.
Fotografía: La foto que acompaña esta entrada corresponde a una vista aérea de Chacao (desde Altamira hacia Chacaíto). Esta foto me fue enviada por e-mail y desconozco su autor, fecha y/o derechos. Me imagino que es de los 50´s. La montaña verdecita, al fondo y a la izquierda, es La Alameda y más abajo a la izquierda verás cuan despejado lucía Bello Campo y cuan verde eran los terrenos que hoy ocupa el Multicentro Empresarial.
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