Ha sido todo un descubrimiento dominguero leer que al parecer Caracas no se corresponde con
el nombre de ninguna de las tribus de aborígenes que poblaban nuestra ciudad.
Los habitantes del valle del Guaire, cuando llegaron los primeros europeos, eran
los toromaymas (aunque los mariches poblaban Petare y parte del río Tuy).
El vocablo
caracas lo usaban los toromaymas para nombrar a una planta silvestre y rastrera
de la que se alimentaban y a los españoles se les grabó de tanto que la
mencionaban y comenzaron a llamarlos así, los caracas.
El número de pobladores
originarios del valle pudo haber oscilado entre 10 y 30 mil y defendieron con
fuerza sus dominios, tanto que hicieron falta 5 expediciones españolas, entre 1555
y 1567, año en el que probablemente el 25 de julio, se logró fundar Santiago
León de Caracas (sin que se guarde prueba escrita de la fecha exacta o del
origen del nombre, del que hay, al menos, 2 teorías).
La historia de las
expediciones de Francisco Fajardo en Chuspa, Caraballeda y Tanaguarena, su parentesco
con Naiguatá y finalmente la incursión de Diego de Losada que logró la ruptura
de la unidad indígena con la muerte de Guaicaipuro (el cacique de los teques), son relatos fascinantes
luego de más de 500 años.
Venezuela: 1498-1728. Conquista y urbanización, de Rafael Arráiz Lucca, un resumen histórico de los primeros 230 años que siguieron el hallazgo español de nuestras tierras que resulta imperdible para los que disfrutan leer historia e historias.