
Venezuela reboza de experiencias para
llenarse de orgullo y para pensar en nuestro mejor destino para este pedacito de La Tierra. De
Venezuela es el sistema de orquestas y el genio Gustavo Dudamel, así como el
Dr. Jacinto Convit quien inventó la vacuna contra la lepra y aun trabaja, después
de 100 años, perfeccionando vacunas contra el cáncer. Nuestra tierra parió a
Rómulo Betancourt, quien tanto impactó dejó a la democracia del mundo en el
siglo XX y a Francisco de Miranda, protagonista de la revolución francesa, de la
independencia norteamericana y de nuestra propia identidad nacional. También
son venezolanos Rafael Reif, el presidente del MIT y miles ejecutivos, empresarios, trabajadores, profesionales y artistas de cientos de empresas y organizaciones del mundo que destacan por su creatividad, capacidad y
desempeño en Estados Unidos, Colombia, España y el medio oriente, por sólo
mencionar algunos sitios a donde hemos tenido que ir a vivir en los últimos
años. Pero lo más importante es que también son venezolanos tú y tu familia y
eso nos brinda millones de oportunidades para construirnos un excelente sitio,
por las reservas de honestidad, empeño y responsabilidad que tienes para compartir con este proyecto.
Nadie diría en 1945 que Alemania volvería a
ser una de las principales economías y uno de los sitios con mayor calidad para
vivir en el planeta. Así como pocos pensaban unas décadas atrás que Nueva York
o Medellín serían sitios seguros y de orden. Alguien ha comentado por allí que el mal
estado de nuestra seguridad se lo debemos sólo a 60.000 malandros (el 0,2% de
la población) y yo afirmaría que seguramente el mal estado de nuestra economía
se lo debemos a sólo 100 mal-iluminados (siendo exagerado). Venezuela es una sociedad
en crisis, en crisis profunda y aun llena de carencias y desigualdades pero es
una empresa con decenas de ventajas competitivas esperando para ser explotadas.
Imposible es nada, imposible será no construir un sitio bueno, que cada día sea mejor.