Suramérica está formada por 12 países más la Guayana Francesa (una dependencia de Francia). Los 12 países son: Venezuela, Guyana, Surinam, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Paraguay, Chile, Argentina, Uruguay y Brasil. El continente se podría entender en 3 bloques. El Sur-este conformado por Argentina, Brasil, Chile, Uruguay y Paraguay. Los Andes, que une a Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia y las Guyanas, que engloban a Guyana, Surinam y la Guayana Francesa.
Totalizamos 360 millones de habitantes. Más o menos el 53%, unos 190 millones de brasileños, habla portugués. Unos 165 millones o el casi 47% de sus habitantes habla fundamentalmente español y el restante 0,4%, 1,4 millones, de Guyana, Surinam y la Guayana Francesa, hablan otros idiomas (Inglés, Holandés y Francés).
En este sub-continente, la pobreza es el día a día para más o menos el 45% de la población ó 160 millones de personas y, dentro de éstos, unos 70 millones viven en pobreza extrema. Es decir, los otros 200 millones de suramericanos no son pobres o están en las clases media trabajadora, media-alta y alta.
Chile, Argentina, Uruguay, Perú, Brasil, Venezuela, Ecuador y Colombia tienen un índice de desarrollo humano que se considera alto o son países en desarrollo, mientras que por su parte, Surinam, Bolivia, Paraguay y Guyana tiene un IDH medio, o son catalogados como países subdesarrollados.
El continente tiene 500 años de historia moderna después de las colonizaciones de España, Portugal, Francia u Holanda, iniciadas alrededor del año 1500 y que prácticamente acabaron con la historia, las culturas y el legado previo de Suramérica. En promedio, los actuales 12 países están celebrando 200 años de independencia. Es decir, de los 500 años de historia moderna, 300 años fueron colonias de explotación al servicio de reinos europeos. Luego de las guerras de independencia, a principios del siglo XIX, hubo una sucesión desordenada de gobiernos de caudillos que se arrebataban el poder unos a otros durante guerras civiles. Más recientemente, durante un poco más de la primera mitad del siglo XX, la mayoría de los gobiernos eran dictaduras y, en los últimos 40 ó 50 años, se ha ido dando paso a democracias. Es decir, el 90% de la historia de nuestros países, ha estado signada por gobiernos fuertes, de actuación inconsulta y que sometían a las mayorías a la voluntad y decisiones de una persona y su entorno inmediato.
Por regla general, han sido países agrícolas y luego, algunos de ellos, son países fundamentalmente mineros. En general, a la región se le reconoce como proveedor de materias primas para otras economías, con altas reservas energéticas y de mucha bio-diversidad. De modo más o menos uniforme, las sociedades suramericanas se proclaman como tierras ricas de gente pobre y hay un sentido generalizado de despojo y exclusión de pobres a manos de poderosos.
Aún así, el sentimiento de despojo sigue estando muy presente entre la población y la tradición del “hombre fuerte” sigue siendo una realidad que ha ayudado a que varios ex militares se hagan presidentes y a que la población se mantenga en la búsqueda incesante y guste de elegir salvadores todopoderosos.